Claudia Caballero
El Amor no solamente es la atracción única y periódica con vistas a la fecundidad material, sino una posibilidad de contacto por el espíritu: antenas sutiles que se buscan entre los más delicados matices del alma; atracción de sensibilización y de perfeccionamiento recíproco, en la que la preocupación por salvar la especie se funde en la embriaguez de consumar, entre dos, un Mundo.