Nací en octubre 22 de 1935... a mitad de los
años 30's, en medio de la Gran Depresión y la antesala de la 2a. Guerra
Mundial...
Relato sobre mis orígenes, empezando por mi sangre materna.
Dos meses antes de yo aparecer en la vida, mi tío Luis Méndez, el hermano mayor de mi madre, fue muerto en un tiroteo que se suscitó en la Cámara de Diputados, en la cual mi tio era representante por el estado de Michoacán... parece que las tensiones entre cardenistas y callistas estaban atrás de tan manifiesta violencia y se pretendía evitar que ciertas verdades salieran a la luz...
Tras el trágico suceso, Lázaro Cárdenas escribió en su diario nobles conceptos, lamentando la muerte de quien en su momento, mi tío siendo gobernador de Michoacán, tras las debidas elecciones, le entregara el poder ejecutivo del estado que luego lo impulsaría a la Presidencia... mi tío había sido cofundador de la Casa del Obrero Mundial, encarcelado por Victoriano Huerta, luego representante zapatista en la Convención de Aguascalientes...
Mi madre, Ester, sufrió mucho, sin duda un profundo trauma por la pérdida de su hermano... seguramente mi madre me transmitió en su seno su profunda pena que forjara en mi ser en gestación una profunda sensibilidad ante la vida y su contraparte, la muerte... sensibilidad que he experimentado con relativa frecuencia, en especial en mi niñez y juventud, en sueños o en la semiconsciencia... visiones y sensaciones, una suerte de catástrofe abismal de masas indefinidas, volúmenes semejantes a bloques edificados, desplomándose en mi entorno y sobre mí, acompañados de estruendos propios de tormentas y demoliciones... sin provocarme terror ni siquiera angustia, sino el estoico percibir de lo ultrahumano, como la disfunción de una Torre de Babel o el ímpetu de un incontenible Terremoto... todo ello contribuyendo a un temperamento proclive a lo melancólico que me ha acompañado toda la vida... estas visiones y sensaciones antecedieron en mi desarrollo adolescente a mi decisión de estudiar arquitectura... quisiera ver en este paso un voto por la vida ante cualquier tipo de desastre...
Durante mi niñez mi madre evitó platicarme sobre la tragedia de su hermano, quien durante la fase revolucionaria le confiaba el cuidado de sus dos pequeños hijos... solamente cuando yo ya fui mayor de edad empezó a compartirme anécdotas de su trayectoria... como aquella en que solía Zapata, al entrar con su fuerza de caballería armada a la ciudad de México, pernoctar en la casa familiar de mi madre junto con mis tíos, en Coyoacán... era ella una jovencita la encargada de darle de desayunar llevándole el atole y los tamales... mientras que los zapatistas levantaban las duelas de los pisos de casas abandonadas para crear fogatas, con ellas se protegian del frio y las soldaderas ponían los comales para hacer las tortilllas... las muchachas locales no estaban seguras y corrian riesgo de ser incorporadas sin su voluntad como servidoras de algunos jefes en los contingentes armados...
mis tíos José y Francisco, sí me platicaban desde niño, tanto de los momentos de triunfo como de las derrotas... de ellos junto con otro tío, Ignacio, también miembro de la Casa del Obrero Mundial, nunca me he explicado por qué se presentaban con otro apellido, Calderón, tal vez como despiste evitando la represión... mi tío José señalaba el carácter de Zapata, más bien callado pero de mirada severa ante quien provocara desórdenes o abusara... le bastaba un gesto para imponer su autoridad... me platicaba de como en plena derrota las fuerzas de la Convención se veían obligadas a huir hacia el Norte abandonando sus armas enterrándolas en lugares pretendidamente secretos.... mi tío Pancho, modelo de sencillez casi indígena, platicaba como lo habían puesto ante el pelotón de fusilamiento... disfrazado de arriero y con sus burros, había sido descubierto llevando bolillos y teleras, que habían sido cocidos con mensajes en su interior... por milagro, la compasión de algún jefe le salvó de ser ejecutado...
Una anécdota que merece citarse es que mi tio Luis era sastre fino, preparado en los Estados Unidos, sus hermanos le siguieron en el oficio... los impulsores de la Casa del Obrero Mundial convocaban a las reuniones promocionales y estas se celebraban precisamente en su taller, sitio de origen de la Casa que luego obtuviera su domicilio oficial (con apoyo gubernamental)... es de notar el calificativo 'Mundial' en este movimiento de principios de siglo XX y que ahora, más de cien años después adquiriría gran actualidad, dada la dimensión planetaria que se nos impone día a día...
Luis Méndez y La Gran Liga de Sastres, precursores
de la Casa del Obrero Mundial.
Luis Méndez aparece tres veces: atrás del taller y ante su mesa, camisa arremangada; en el espejo, de espalda, listo para medir y cortar telas;.un retrato suyo, elegante y con mostacho, vigila las labores... Sus tres hermanos Calderón Méndez aparecen también, Francisco (extremo izquierdo con su 'Singer'), José e Ignacio (los más menores, sentados). La diferencia en los apellidos se debe a medidas de protección dada su tendencia anarcosindicalista, la identificación con el movimiento zapatista y la persecución política que desató Victoriano Huerta.
En ese taller se fundó en enero de 1909 la Gran Liga de Sastres y luego, "De las reuniones verificadas en el taller de Méndez, los demoledores Moncaleano y otros, que leían 'La Conquista del Pan', de Pedro Kropotkine y 'Las Mentiras Convencionales de la Civilización", del judío Max Simon Nordau', el 15 de julio de 1912, en la calle de Matamoros número 105, establecían la Casa del Obrero Mundial y en ella la Escuela Racional, ideal del profesor Francisco Ferrer Fuardia, con el patrocinio de la Unión de Canteros". Rosendo Salazar, 'Las Pugnas de la Gleba', México, 1972. "En las diarias reuniones que celebraban los aguerridos y valientes activistas de la renombrada Casa del Obrero, destacaban por su perseverancia Luis Méndez, firme brazo ejecutor de los acuerdos adoptados en ese hogar proletario y arquitecto del movimiento obrero nacional contemporáneo, ...". Alberto Morales, 'La Casa del Obrero Mundial', México, 1982.
cuando Zapata y Villa entraron con sus ejércitos a
la C. de México, son famosas las tomas fotográficas de ambos líderes sentados
en magnos asientos del Palacio Nacional... también hay imágenes
cinematográficas de ambos desfilando a caballo con sus tropas y en medio de la
aclamación popular... en las imágenes, Villa con su uniforme militar
convencional y Zapata con elegante traje de charro... ese traje se lo
confeccionó especialmente mi tío y el escudo nacional que llevaba en la espalda
había sido tejido con hilo de oro...
Cuando emprendí los estudios de arquitectura en la universidad, empecé también a trabajar de dibujante, primero creando una cooperativa de estudiantes ofreciendo ese servicio ('EstArq', 1953) y luego invitado por profesores a laborar en sus oficinas, progresivamente a lo largo de años hasta ser arquitecto asociado... lo que me permitió entrar en contacto frecuente con constructores... fue allí donde mi vocación por las causas sociales se manifestó con claridad al observar que albañiles con pies descalzos no encajaban con la pretensión de levantar obras artísticas... conjugar arte con explotación me resultaba una contradicción insoportable... escogí como tema de mi tesis profesional para obtener el título de arquitecto, el diseño de una central obrero sindical... así, a fines de los años 50's, cuando se daba la represión gubernamental al movimiento ferrocarrilero, empecé a interesarme por el movimiento sindical en México y en el mundo...
ya al empezar la década de los años 60's pedí cita para entrevistar a Fidel Velázquez, máximo dirigente de la CTM (Central de Trabajadores de México) para solicitarle su anuencia y consejo para diseñarle los edificios de una central obrera hipoteticamente similar a dicha CTM. Quien viera con mucha simpatía mi propuesta, me condujo a visitar sus terrenos ubicados en Vallarta y Plaza de la República... luego me facilitó toda la información necesaria...
Poco después, ya enterado de la naturaleza casi gangsteril de esa central, opté por separarme y fue así que, impulsando al Instituto Mexicano de Estudios Sociales, IMES, a la vez me convertí en cofundador del Frente Auténtico del Trabajo, FAT, en ese tiempo todavia ignorando lo que mi tío Luis había iniciado cincuenta años antes...
El FAT fue promovido con apoyo del Secretariado Social Mexicano... el SSM fue fundado en 1923 por la Iglesia Católica y por el sacerdote jesuita Alfredo Méndez Medina, quien desde entonces auspiciara la organización de la gente con autonomía ante los poderes públicos... cuando el P. Pedro Velázquez asumió su dirección en los años 40, escribió su libro sobre el sindicalismo haciendo ver la importancia de la autonomía del obrero trabajador... El. P. Velázquez fue tal vez más promotor social que teólogo, sin embargo lo considero el precursor en México de la Teología de la Liberación, más por actos que por dichos, quien lamentablemente falleciera en 1968...
A principios de la década de los años 70 resulté democraticamente electo en la Asamblea de dicho SSM su Presidente, primer laico en esa figura democrática practicada también como primera realización... me tocó negociar con la Jerarquía católica la autonomización del SSM, que pasaría a ser considerado como un organismo eclesial donde laicos, religiosos y sacerdotes cooperaban entre sí, más ya no como un organismo eclesiástico dependiente de la Jerarquía episcopal... obispos amigos que nos acompañaron en dicho tránsito, conocidos por su apoyo a la teología de la liberación, fueron Samuel Ruiz y Sergio Méndez Arceo... años más tarde me enteré que mi tío Luis en los años 20 había sostenido un muy comentado debate público exponiendo sus principios anarcorevolucionarios ante los de la doctrina social católica defendidos por el entonces representante del SSM, Méndez Medina... una curiosa convergencia de varios Méndez a través de los tiempos...
Creo que el espíritu anarquista que prevalece en mí proviene de mi tío Luis, quien fuera un declarado anarco-sindicalista, posiblemente influido por la labor revolucionaria de los hermanos Flores Magón... la casi coincidencia de su muerte con mi nacimiento, el descubrir a posteriori la común vocación primero sindicalista y luego anarcorevolucionaria, me ha hecho pensar en la posibilidad de una metempsícosis, como lo enseñan ciertas tradiciones asiáticas, que señalan que las almas transmigran de cuerpo a cuerpo, entre muerte de uno y nacimiento de otro... y me seduce la teoría de la Reencarnación... de por medio, el cuerpo de mi madre, quien deseaba tener una hija y le resulté varón, si bien, me parece que, por sus anhelos durante nueve meses, nací con una marcada sensibilidad en el hemisferio cerebral derecho...
Mi tio Luis fue anfitrión de anarquistas españoles y colombianos , mis tíos me platicaban que ellos iban a menudo a su casa de Coyoacán no solo por la afinidad sino simplemente por la necesidad, allí encontraban no solo compañerismo sino techo y comida... mi abuelita Doña Carmen y mi madre entonces una jovencita, debían atenderlos constantemente...
La otra vertiente de donde proviene mi vida es la de mi padre, Mario López Llera...
Mi padre fue el segundo hijo de Don Carlos López y Doña Elena Llera... la tradición familiar cuenta que esta particular rama López proviene de Don Gregorio López... quien proveniente de España en el siglo XVI se convirtiera en un anacoreta en contacto con los indígenas, viviera en el barrio de Santa Fe, en la cercanía del Hospital indígena fundado por Don Vasco de Quiroga y escribiera el primer libro en América sobre las yerbas utlizadas por los indígenas como medicinas... tras su fallecimiento, fue declarado Beato por la Iglesia Católica, sus restos se encuentran enterrados en una de las capillas que dan al deambulatorio en la Catedral de la Cd. de México...
Respaldada por el mismo Don Carlos en conversación con mi madre, existe la leyenda de que Gregorio López era en realidad el príncipe Carlos, primogénito un tanto desequilibrado de Felipe II, quien en razón de su insubordinación e intento de separar los Países Bajos del dominio español (Schiller y Verdi abordan este episodio político en teatro y ópera) fuera oficialmente muerto pero perdonada su vida a cambio de su destierro a la Nueva España con nueva identidad y hasta voto de santidad... esto explica porqué en la línea sucesiva de primogénitos de nuestra familia López, estos se han llamado Carlos...
Don Carlos fue alto funcionario del régimen de Don Porfirio Díaz, su mejor momento fue cuando estuvo a cargo de algo equivalente a la Secretaría de Hacienda para la región norte del país, en especial haciendo cumplir la Ley del Timbre, esto es, los impuestos... radicó en San Luis Potosí y allí nació mi padre... Don Carlos era bastante culto, tenía su biblioteca y sabía francés, era excelente cazador al grado de escribir un libro sobre cacería y fauna mexicana... afición a la cinegética que heredó mi padre destacando en ello toda su vida...
La crónica familiar platica que el padre de mi abuelo protegió al Gral Díaz siendo perseguido por el ejército francés en Oaxaca, lo ocultó en un pozo salvándole no sé si la vida pero ciertamente la libertad... cuando Díaz le preguntó que recompensa deseaba se limitó a decir: 'Favorezca a mi hijo'... algo tuvo que ver esta petición con el alto cargo que años después mi abuelo desempeñó... sin embargo, al triunfo de la Revolución, Don Carlos cayó en desgracia... él y su familia vinieron a la Cd. de México y habitaron en la Col. Santa María...
Mi padre, acostumbrado en su niñez a una vida culta y acomodada en SLP, acompañando a mi abuelo en sus cacerías... en México estudió contabilidad en una escuela militar pasando luego a trabajar como contador en una famosa papelería en los años 20's, llamada 'El Lápiz del Aguila'... en 1926 los dos hermanos López, Carlos y Mario, con sus ahorros viajaron en barco con sus respectivas familias a Alemania, país que entonces intentaba superar los efectos desastrosos de una derrota política más que militar en la 1a. Guerra Mundial... en Alemania adquirieron maquinaria para producir lápices y regresaron con ella para crear una industria lapicera en México... al morir mi tío Carlos relativamente joven y en forma inesperada, mi padre estableción un acuerdo con su viuda de irle pagando su parte de propiedad en la empresa... propósito que cumpió cabalmente hacia fines de los años 30's para definirse como único propietario de la empresa...
Cuando yo nací en 1935, mi padre llevaba una vida modesta pero ya se encaminaba a mejores años... nací en el Sanatorio Francés, considerado de élite pero áún.viví mis primeros años en un departamento en vecindad si bien con vista a la calle, Calle Providencia casi esquina con Ave. Coyoacán, donde al día de hoy todavia el edificio existe... mis hermanos mayores, que habían nacido, Carlos en 1926 y Mario en 1928, tuvieron una infancia con recursos limitados, debiendo acudir a las escuelas oficiales de baja o nula paga... aún recuerdo de esa vida el verme en una cuna de uso renovado, luego ser llevado a una guardería cercana y poco más tarde, viendo como los obreros de la fábrica iban a celebrar con mariachis el onomástico de mi padre... Afortunadamente, la empresa de los lápices resultó un excelente negocio, en especial debido a la 2a. Guerra Mundial, pues cesó la importación de ese producto a México... con los años mi padre llegó a exportar su producto hasta SudAmérica y a properar rapidamente...
cuando entré a estudiar la Primaria, mis padres pudieron cubrir mi colegiatura en el Liceo Franco Mexicano, donde fui iniciado en el idioma francés... en el mismo año en que nací, mi padre resultó subcampeón nacional de tenis, deporte que en ese tiempo era practicado meramente como afición y considerado de clases altas... los hermanos López, mi padre y mis tíos, habían fundado un club de tenis en la Col. Santa María... mi padre habiendo destacado en ello fue invitado a ingresar en el Club Deportivo Chapultepec en aquel entonces una asociación civil que luego fuera adquirida por el Banco de México... heredé sin duda el espíritu deportista, habiendo practicado el tenis desde la niñez hasta los 75 años de edad... la industria, el deporte y la cacería permitieron a mi padre desenvolverse en la sociedad progresista de los años 40 y participar con bonhomía reconocida en los sectores medios y altos... entre sus amigos cercanos destacaba el Dr. Salvador Zubirán, también aficionado a la cacería, que luego resultaría rector de la UNAM y recuerdo su persistente campaña para reunir fondos para la construcción de la Ciudad Universitaria...
Los hermanos López decidieron para sus hijos juntar su apellido paterno con el materno Llera, dando por resultado mi apellido Lopezllera... lo que puedo decir de los Llera es que fueron artistas, mi tío abuelo fue Felipe Llera, el primer cantante de folklore mexicano y conocido como compositor de la popular canción 'La Casita'... otro tío abuelo Llera fue conocido por contar con una inmensa biblioteca... mi abuela y mi tia abuela, fueron profesoras de piano y auspiciadoras del arte de la zarzuela, arte que luego hiciera famoso a mi tío Adolfo y su compañía artística en la TV... y mi prima Evangelina Elizondo Lopezllera resultaría cantante y luego actriz de cine y televisión...
Mi niñez pasó de la austeridad en los años 30's a la abundancia de recursos en los años 40's... junto con mis padres y hermanos pasé a vivir a una residencia en la Col. Del Valle con múltiples espacios habitables, servicios, jardines... biblioteca, sala de piano, estudio chalet, invernadero, pequeña alberca, perrera, establo donde llegó a contarse con leche fresca y hasta un brioso caballo para montar ... una infancia y adolescencia de privilegio... sin embargo, el costo fue una determinada soledad en la medida de que mis padres asumieron un modo de vida que requeria extraversión en relaciones laborales o sociales, sin llevar una vida propiamente intra familiar... mi hermano Carlos, terminados sus estudios de doctor en medicina, prefirio ayudar a mi padre en el negocio... mi hermano Mario, también con título de médico, viajó a los Estados Unidos, primero a MInneapolis y luego a Hawaii, donde estuvo interno en hospitales para aprender nuevas prácticas en cirugía...
Terminada la 2a. Guerra Mundial y entrando a los años 50's, la empresa de mi padre, ya muy extendida, con minas y bosques adquiridos tanto en Chiapas como en Sonora, para explotar el grafito y la madera, materiales constitutivos del lápiz,sufrió la embestida del capitalismo estadounidense, el cual recuperado de la guerra reconquistaba sus mercados... y agregando nuevas tecnologías, como la pluma 'atómica' que iba desplazando al lápiz, tan necesario en todas las dimensiones de la vida (doméstica, escolar, profesional, comercial, etc.)... la competencia extranjera, al no tener éxito en su propuesta de comprarle la empresa a mi padre, empresario 'nacionalista', recurrió al dumping, esto es a inundar el mercado con productos a precios más bajos que su costo, logrando así robar una clientela creada con esfuerzo original... mi padre recurrió a Miguel Alemán, el Presidente 'Amigo' (de los 'gringos') con el fin de que esas prácticas se prohibieran así como se protegiera la industria nacional... no lo logró...
La empresa de mi padre con unos cien obreros y obreras más una conveniente infraestructrura, materias primas y mercado creado, se vino abajo rapidamente... Mi hermano Carlos, un médico sin conocimientos ni práctica empesarial, no resultaba de gran ayuda... en 1953, cuando terminado mi Bachillerato en el Centro Universitario México, CUM, entré a la Fac. de Arquitectura de la UNAM, entonces ubicada en el Centro Histórico de la ciudad, mi padre vendió la residencia en que vivíamos y empezamos a vivir en departamentos, mientras que la lucha por mantener la empresa se agotaba... luego nos trasladamos a vivir en la fábrica misma, donde pude muy sentidamente apreciar que mi padre en domingos realizaba labores de obrero a fin de poder surtir los pedidos con puntualidad... mi admiración y respeto por su lucha para sobrevivir como empresario quedó para siempre en mi corazón...
Un año después, la empresa tuvo que cerrar y mi padre y mi madre se retiraron a vivir en un rancho, 'La Palma', que tenían en el Estado de México... la economía familiar escaseó y yo pasé a vivir solo en un cuarto de vecindad sin baño, cursando el 2o. año de la carrera... primero intenté una cooperativa de dibujantes sin mucho éxito y pronto empecé a trabajar en los talleres arquitectónicos de algunos de mis profesores y a hacerme una vida independiente a los 18 años de edad...
Muchos años más tarde, al leer una poesía de
Bertolt Brecht, encontré que sin saberlo había coincidido con ese
dramaturgo en la primer parte de su poema "Perseguido por Buenas
Razones":
Crecí como un hijo
de gente acomodada. Mis
padres
me pusieron un cuello almidonado y me
criaron
en las costumbres de ser
servido
y me enseñaron el arte de mandar.
Pero
cuando hube crecido y miré a mi
alrededor
mo me gustó la gente de mi
clase,
ni mandar, ni ser servido
y abandoné mi clase y me uní
a los humildes
Este poema me recordó que algo así hice en 1959, cuando no soporté intentar construir arquitecturas bellas utilizando a albañiles descalzos...
LLM
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