“La mujer ama el sexo y a los niños.” Estas palabras escritas en 1927 por Dora en “El
derecho a ser feliz”, resumen las pasiones y convicciones políticas de su vida.
Fue una feminista británica, radical en temas sexuales, educadora progresista,
activista por la paz.
La claridad de que las relaciones sexuales no deberían
ser reglamentadas por dioses o maestros, pero sobre todo su idea de que el
cuerpo es político, la marcó como una mujer muy adelantada a su tiempo. La
época social en la que vivió, también hicieron que su convicción por la
libertad, la igualdad entre hombres y mujeres y el cuidado de los niños fuera
de familias monogamicas, fuera un shock para la sociedad inglesa.