miércoles, 24 de octubre de 2018

De mi experiencia afectiva reciente…hacia una matriz

Luis Lopezllera

Paul Gauguin ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?



Conocido es que todos o casi todos padecemos una neurosis personal y colectiva resultado de la contradicción entre los impulsos del Eros y lo que Freud Llama “principio de realidad”, el cual incluye dogmas seculares y religiosos tales como la pareja inmutable e indisoluble y la monogamia patriarcal y su secuela de boda-divorcio-boda-divorcio-etc., legalmente o ya sin ello…pero esa “Realidad”, ¿merece constreñir la potencialidad humana, reducir su creatividad y arrojo a favor de un estado general de cosas hoy evidentemente inhumano?.


Opino que un movimiento, no colectivo público sino interpersonal e íntimo, a escala universal, bien podría complementar o alimentar energéticamente, a modo de “rizoma”, aquellos movimientos emergentes de carácter masivo pero aún limitados como el ecologismo, el feminismo, el indigenismo, la economía solidaria, el tercermundismo…




Claudia Yadira ha estudiado los principios de la economía solidaria, de los dineros comunitarios, de los ecosistemas, de la necesidad de fomentar redes de organizaciones e iniciativas local-globales de la sociedad civil…Hace diez años nos conocimos en el marco de las “plazas públicas” de la Red Multitrueque Tlaloc y pronto sentimos que coincidíamos en la necesidad de combinar Militancia ardua por esas causas con una Mutación en las formas existenciales y cotidianas en que la gente se relaciona, a fin de adquirir mayor energía y tino en la configuración de un espacio-tiempo distinto al convencional impuesto por el sistema capitalista a la humanidad…Yadira y Víctor impulsaron la Red Multitrueke “Mixiuhca” (donde la mujer da a luz), superando las experiencias existentes y ello permitió que la Red Tláloc al cumplir, en 2015, veinte años de promover el dinero comunitario, diera un salto “cuántico” integrando a la economía de la equidad la economía de la gratuidad, pasando de la economía del precio a la comunidad del aprecio…


El afecto entre Yadira y yo en esos años no tardó en surgir, ha durado más de cinco años…cabe confesar que ha sido un enamoramiento mutuo, el cual dio luz a una página web que denominamos “Antropoesia” y disponible para los amigxs y compañerxs cercanos… La campaña Compartir para Conjuntar y la Escuelita ha sido enunciada y difundida asumiéndola como autoría mancomunada…


Yadira escribió hace poco en aras de relacionarnos afectivamente de manera distinta:

“Pero dentro de la creación de una vida autogestiva falta la reflexión sobre un elemento fundamental: las relaciones afectivas. Históricamente el amor ha quedado idealizado por canciones y encapsulado en instituciones como el matrimonio y la familia. Poco se ha reflexionado como un elemento esencial en las relaciones políticas y económicas, de esta manera queda desvinculada la vida íntima y doméstica con la transformación social y la creación de otros mundos posibles”…


“Nuestra capacidad de amar está orientada por los roles que asumimos frente a otras personas, estamos condicionados a amar y relacionarnos con las personas de acuerdo a las funciones afectivas que ejercemos para el sistema dominante. Aprendemos como debemos amar a un hijo o hija, cual es la forma correcta de amar a la pareja, a los padres, a los amigos, a los vecinos, etc. Estas formas de amar van configurando nuestra manera de vivir, con quien cohabitamos, con quien dormimos, comemos, trabajamos; a quien ofrecemos tiempo y a quien lo restringimos, a quien cuidamos y de quien nos despreocupamos; de quien esperamos recibir regalos, dones e incluso herencias, etc. Estos afectos habituados e irreflexivos van configurando una cotidianidad incuestionable, que por lo general ocasiona más malestar que satisfacciones (no profundizaré en los múltiples casos de violencia familiar, los divorcios y separaciones  dolorosas, el desentendimiento entre padres e hijos, la neurosis de muchas parejas, la soledad de madres incapaces de trabajar y cuidar de la familia, los hijos educados por las pantallas, los ancianos en soledad, etc.)…”


“Soy parte de un proceso de creación de alternativas al capitalismo, queremos vivir diferente, sin complicidad con la explotación de la naturaleza y los seres que la habitan; dándole sentido a nuestra existencia en un mundo colapsado y rescatando los valores humanos que podrían salvarnos de una catástrofe ecológica. Aprender a vivir juntos a amarnos generosa y libremente, a ser compañeros de vida es indispensable para frenar la violencia, la guerra, la enajenación de los medios virtuales y del dinero. Es hablar del amor encarnado en relaciones sociales, en la manera en que convivimos diariamente. Por eso me gustaría provocar la reflexión a imaginar distintas formas de relacionarnos afectivamente..."


Sabedores de los límites que conlleva el concepto de “pareja”, frecuentemente asumido en todo enamoramiento que tiende a exclusividad y exclusión, también reforzado y hasta impuesto por testigos cercanos a todo matrimonio, cuyos encapsulamientos más arriba han sido cuestionados…estudiamos y exploramos formas de entre utopía y laboratorio, que denominamos diada, triada, matriztíca, fraternidad, sororidad, conformándonos con el de “Compañerismo de Gaia”…Intentamos resumir con ello una fusión entre compañeros de labor que inventan formas nuevas de coexistencia e implican nuevas formas de organizar la energía, el tiempo y el espacio… siempre en aras de una civilización sostenible, donde una nueva vida cotidiana supere vida abandonada a un conductismo acérrimo, que sea digna a todo ser humano…La película francesa de Alain Resnais, “Mi tío en América”, que data de hace unos cuarenta años, y que expresa las lecciones del biólogo Henri Laborit sobre el conductismo pavloviano al que se nos somete en la actual civilización, es una estupenda provocación para buscar nuevas formas de asumir la vida cotidiana…


La utopía de la Matríztica, como Yadira dice parafraseando a Galeano, sirve para caminar…urge desaparecer las neurosis y las frustraciones que en todo militante se denotan por el diario malestar producido por instituciones envolventes pero caducas…la creación de otros mundos posibles implica otro tipo de familias, o mejor dicho, compañerismos existenciales, por adopción y convicción que son resultado de una vida cotidiana no egoísta ni escapista, donde el “Compartir para Conjuntar” sea la divisa de ese nuevo mundo…


En este desafío, el cruce de distintas generaciones merece una reflexión. Entre Yadira y yo existe una diferencia muy marcada de edad, se podría decir que es la sinergia en el Aquí y el Ahora, entre 50 años de experiencias pasadas y 50 años de experiencias futuras, mismas que no veré pero deseo esperanzadamente se realicen…experiencias todas que están limitadas por el binomio Vida Muerte, sean los mayores o menores logros en ciclos con principio y fin, sean los límites de lo inevitable…experiencias todas recuperables por la conciencia personal y colectiva y el saber histórico…


Me recuerda este enamoramiento y este amor, aquel surgido entre Martin Heidegger y Hanna Arendt, que durara toda la vida, no obstante ser él un filósofo acusado de nacismo y ella una muy joven judía…no obstante ser personas cuyos respectivos vinculos iniciales perduraron sin obstaculizar su mutuo apreció siempre manifiesto en diversas etapas…recuerdo también aquel que surgió  en Goethe, cumplidos sus 74 años en Marienbad, aquel balneario de aguas benéficas para la salud donde acudía anualmente…se enamoró de Ulrika, joven de 19 años cuyo arte del piano sedujo al gran poeta…El creador del “Fausto” despreció comentarios de sus amigos e insistió en ello, pidió al Duque de Weimar la pidiera en matrimonio, así sucedió, lo que provocó que los padres de la muchacha la desaparecieran del escenario, cuyo futuro fue un convento hasta su muerte…Goethe produjo entonces su poema más sublime, la “Elegía de Marienbad”...en la frontera con la muerte, un canto al amor…


El cambio de civilización que todos debemos procurar implica un cruce de generaciones, en algunos casos físico, en otros intelectual, artístico, afectivo, laboral, en todos, espiritual…Las generaciones que están hoy en juego alcanzan un siglo de experiencia y proyección, desde la primera guerra mundial hasta la actual guerra global llevada a cabo por medios no sólo bélicos sino financieros, especulativos e informáticos…

Podremos distinguir cinco edades en cada individuo: Formativa (1 a 20); Ejecutiva (21 a 40); Directiva (41 a 60); Pública (61 a 80); Trascendente (81 a 100 o más)… la primera puede designarse propia de la Niñez y su Juventud, la segunda y tercera, propias de la Adultez y su Realización, las dos últimas aquellas que combinan Gobierno y Sabiduría…hoy vivimos un mundo donde las generaciones quedan aisladas y separadas en esquemas manipulados y hasta confrontados en sus extremos: niñxs programados conductistamente y tercera edad recluida hacia el mal morir…en medio, los medios fomentando el individualismo inicial y el consumismo final…No estará de más estudiar los arquetipos que Jung desprendió de su práctica psicoanalítica: el introvertido y el extrovertido, el reflexivo y el sentimental, el perceptivo y el intuitivo…sin dejar de lado los doce signos astrológicos propios ya de una visión esotérica por lo general en manos de charlatanería…


En los cien años que nos afectan, hay fenómenos que marcan a las generaciones que los viven: Las dos guerras mundiales, la guerra fría con su culmen en Vietnam más la insurgencia contracultural de los años 60 y 70, la caída del sovietismo a fines de los 80, la conciencia del medio ambiente en los 90, el fundamentalismo anticapitalista con el ataque a las torres gemelas y el surgimiento del Foro Social Mundial al inicio del siglo XXI, el mundo de la ‘representación’ con el auge de la tecnología digital mediante internet y la crisis financiera del 2008, el caos del día de hoy…En Estados Unidos se habla de diversas generaciones, los apapachados ‘Baby boomers’ de la postguerra en los años 40-60; la generación X (abstencionista e indefinida, hasta los años 80) y la Y (‘millenials’ hiperinformatizados, hasta el 2000)…Hoy la crisis es aún más profunda (podría decirse que surgen los ‘aterrorizados’ encabezados por Trump)… Pero en México necesitamos autodefinirnos y encontrar explicaciones a nuestra actual crisis que vayan más allá y más acá de lo que pensantes y dirigentes predilectos del régimen tratan de ocultar con palabrería: su impotencia…


Precisamos conjugar las lecciones del pasado en un presente crítico donde dos extremos generacionales, Saber y Amor, se conecten y resuelvan…en ello no cabe duda que habrá que saber combinar generación con género y dar paso tal vez a un mundo sin Guerra ni falsa Democracia, donde la Femineidad implícita en toda la Humanidad nos enseñe a Todos a cuidar de la vida y a imaginarla y vivirla de un modo hasta hace poco impensable…

Necesitamos un permanente discernimiento sobre qué es el amor…Cito a Lewis Smedes:

“El amor fluye en dos corrientes. Una corriente fluye desde nuestra debilidad hacia la fuerza del otro. Y la segunda corriente fluye desde nuestra fuerza hacia la debilidad del otro. Uno es el amor que pretende, el otro es el amor que da. Dos corrientes y un solo amor.


Los antiguos griegos exaltaban principalmente el amor que pretende, el amor que conduce nuestros inquietos corazones en busca del reposo hacia un objeto que parezca bueno y bello. Y lo llamaron Eros. Amar a alguien de modo erótico es desearlo, es necesitarlo y, por consiguiente, procurar obtenerlo, acariciando la esperanza de que esa persona en particular satisfaga nuestros anhelos. Es el amor que busca un amante, un amigo o a Dios, siempre por necesidad.


Los primeros cristianos siguieron la corriente opuesta, la de dar amor, el amor que nos mueve, en nuestra plenitud, a brindarnos y a brindar nuestros bienes a otro que los necesita. Y lo llamaron Ágape. Ágape es la fuerza del corazón que nos permite amar a alguien –encantador o desagradable, amable o repulsivo- no porque pueda darme lo que necesitamos sino porque él necesita lo que nosotros podemos darle.”

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