Luis Lopezllera
Paul Gauguin ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?
Conocido es que
todos o casi todos padecemos una neurosis personal y colectiva resultado de la
contradicción entre los impulsos del Eros y lo que Freud Llama “principio de
realidad”, el cual incluye dogmas seculares y religiosos tales como la pareja
inmutable e indisoluble y la monogamia patriarcal y su secuela de
boda-divorcio-boda-divorcio-etc., legalmente o ya sin ello…pero esa “Realidad”,
¿merece constreñir la potencialidad humana, reducir su creatividad y arrojo a
favor de un estado general de cosas hoy evidentemente inhumano?.
Opino que un
movimiento, no colectivo público sino interpersonal e íntimo, a escala
universal, bien podría complementar o alimentar energéticamente, a modo de
“rizoma”, aquellos movimientos emergentes de carácter masivo pero aún limitados
como el ecologismo, el feminismo, el indigenismo, la economía solidaria, el
tercermundismo…
Claudia Yadira ha
estudiado los principios de la economía solidaria, de los dineros comunitarios,
de los ecosistemas, de la necesidad de fomentar redes de organizaciones e
iniciativas local-globales de la sociedad civil…Hace diez años nos conocimos
en el marco de las “plazas públicas” de la Red Multitrueque Tlaloc y pronto
sentimos que coincidíamos en la necesidad de combinar Militancia ardua por esas
causas con una Mutación en las formas existenciales y cotidianas en que la
gente se relaciona, a fin de adquirir mayor energía y tino en la configuración
de un espacio-tiempo distinto al convencional impuesto por el sistema
capitalista a la humanidad…Yadira y Víctor impulsaron la Red Multitrueke
“Mixiuhca” (donde la mujer da a luz), superando las experiencias existentes y
ello permitió que la Red Tláloc al cumplir, en 2015, veinte años de promover el
dinero comunitario, diera un salto “cuántico” integrando a la economía de la
equidad la economía de la gratuidad, pasando de la economía del precio a la
comunidad del aprecio…
El afecto entre
Yadira y yo en esos años no tardó en surgir, ha durado más de cinco años…cabe
confesar que ha sido un enamoramiento mutuo, el cual dio luz a una página web
que denominamos “Antropoesia” y disponible para los amigxs y compañerxs
cercanos… La campaña Compartir para Conjuntar y la Escuelita ha sido enunciada
y difundida asumiéndola como autoría mancomunada…
Yadira escribió
hace poco en aras de relacionarnos afectivamente de manera distinta:
“Pero dentro de la
creación de una vida autogestiva falta la reflexión sobre un elemento
fundamental: las relaciones afectivas. Históricamente el amor ha quedado
idealizado por canciones y encapsulado en instituciones como el matrimonio y la
familia. Poco se ha reflexionado como un elemento esencial en las relaciones
políticas y económicas, de esta manera queda desvinculada la vida íntima y
doméstica con la transformación social y la creación de otros mundos posibles”…
“Nuestra capacidad
de amar está orientada por los roles que asumimos frente a otras personas,
estamos condicionados a amar y relacionarnos con las personas de acuerdo a las
funciones afectivas que ejercemos para el sistema dominante. Aprendemos como
debemos amar a un hijo o hija, cual es la forma correcta de amar a la pareja, a
los padres, a los amigos, a los vecinos, etc. Estas formas de amar van
configurando nuestra manera de vivir, con quien cohabitamos, con quien
dormimos, comemos, trabajamos; a quien ofrecemos tiempo y a quien lo
restringimos, a quien cuidamos y de quien nos despreocupamos; de quien
esperamos recibir regalos, dones e incluso herencias, etc. Estos afectos
habituados e irreflexivos van configurando una cotidianidad incuestionable, que
por lo general ocasiona más malestar que satisfacciones (no profundizaré en los
múltiples casos de violencia familiar, los divorcios y separaciones dolorosas, el desentendimiento entre padres e
hijos, la neurosis de muchas parejas, la soledad de madres incapaces de
trabajar y cuidar de la familia, los hijos educados por las pantallas, los
ancianos en soledad, etc.)…”
“Soy parte de un
proceso de creación de alternativas al capitalismo, queremos vivir diferente,
sin complicidad con la explotación de la naturaleza y los seres que la habitan;
dándole sentido a nuestra existencia en un mundo colapsado y rescatando los valores
humanos que podrían salvarnos de una catástrofe ecológica. Aprender a vivir
juntos a amarnos generosa y libremente, a ser compañeros de vida es
indispensable para frenar la violencia, la guerra, la enajenación de los medios
virtuales y del dinero. Es hablar del amor encarnado en relaciones sociales, en
la manera en que convivimos diariamente. Por eso me gustaría provocar la
reflexión a imaginar distintas formas de relacionarnos afectivamente..."
Sabedores de los
límites que conlleva el concepto de “pareja”, frecuentemente asumido en todo
enamoramiento que tiende a exclusividad y exclusión, también reforzado y hasta
impuesto por testigos cercanos a todo matrimonio, cuyos encapsulamientos más
arriba han sido cuestionados…estudiamos y exploramos formas de entre utopía y
laboratorio, que denominamos diada, triada, matriztíca, fraternidad, sororidad,
conformándonos con el de “Compañerismo de Gaia”…Intentamos resumir con ello una
fusión entre compañeros de labor que inventan formas nuevas de coexistencia e
implican nuevas formas de organizar la energía, el tiempo y el espacio… siempre
en aras de una civilización sostenible, donde una nueva vida cotidiana supere
vida abandonada a un conductismo acérrimo, que sea digna a todo ser humano…La
película francesa de Alain Resnais, “Mi tío en América”, que data de hace unos
cuarenta años, y que expresa las lecciones del biólogo Henri Laborit sobre el
conductismo pavloviano al que se nos somete en la actual civilización, es una
estupenda provocación para buscar nuevas formas de asumir la vida cotidiana…
La utopía de la
Matríztica, como Yadira dice parafraseando a Galeano, sirve para caminar…urge
desaparecer las neurosis y las frustraciones que en todo militante se denotan
por el diario malestar producido por instituciones envolventes pero caducas…la
creación de otros mundos posibles implica otro tipo de familias, o mejor dicho,
compañerismos existenciales, por adopción y convicción que son resultado de una vida cotidiana no egoísta ni escapista, donde el “Compartir para Conjuntar” sea
la divisa de ese nuevo mundo…
En este desafío, el
cruce de distintas generaciones merece una reflexión. Entre Yadira y yo existe
una diferencia muy marcada de edad, se podría decir que es la sinergia en el
Aquí y el Ahora, entre 50 años de experiencias pasadas y 50 años de
experiencias futuras, mismas que no veré pero deseo esperanzadamente se
realicen…experiencias todas que están limitadas por el binomio Vida Muerte,
sean los mayores o menores logros en ciclos con principio y fin, sean los
límites de lo inevitable…experiencias todas recuperables por la conciencia
personal y colectiva y el saber histórico…
Me recuerda este
enamoramiento y este amor, aquel surgido entre Martin Heidegger y Hanna Arendt,
que durara toda la vida, no obstante ser él un filósofo acusado de nacismo y
ella una muy joven judía…no obstante ser personas cuyos respectivos vinculos iniciales perduraron sin obstaculizar su mutuo apreció siempre manifiesto en diversas
etapas…recuerdo también aquel que surgió
en Goethe, cumplidos sus 74 años en Marienbad, aquel balneario de aguas
benéficas para la salud donde acudía anualmente…se enamoró de Ulrika, joven de
19 años cuyo arte del piano sedujo al gran poeta…El creador del “Fausto”
despreció comentarios de sus amigos e insistió en ello, pidió al Duque de
Weimar la pidiera en matrimonio, así sucedió, lo que provocó que los padres de
la muchacha la desaparecieran del escenario, cuyo futuro fue un convento hasta
su muerte…Goethe produjo entonces su poema más sublime, la “Elegía de
Marienbad”...en la frontera con la muerte, un canto al amor…
El cambio de
civilización que todos debemos procurar implica un cruce de generaciones, en
algunos casos físico, en otros intelectual, artístico, afectivo, laboral, en
todos, espiritual…Las generaciones que están hoy en juego alcanzan un siglo de
experiencia y proyección, desde la primera guerra mundial hasta la actual
guerra global llevada a cabo por medios no sólo bélicos sino financieros,
especulativos e informáticos…
Podremos distinguir
cinco edades en cada individuo: Formativa (1 a 20); Ejecutiva (21 a 40);
Directiva (41 a 60); Pública (61 a 80); Trascendente (81 a 100 o más)… la
primera puede designarse propia de la Niñez y su Juventud, la segunda y
tercera, propias de la Adultez y su Realización, las dos últimas aquellas que
combinan Gobierno y Sabiduría…hoy vivimos un mundo donde las generaciones
quedan aisladas y separadas en esquemas manipulados y hasta confrontados en sus
extremos: niñxs programados conductistamente y tercera edad recluida hacia el
mal morir…en medio, los medios fomentando el individualismo inicial y el
consumismo final…No estará de más estudiar los arquetipos que Jung desprendió
de su práctica psicoanalítica: el introvertido y el extrovertido, el reflexivo
y el sentimental, el perceptivo y el intuitivo…sin dejar de lado los doce
signos astrológicos propios ya de una visión esotérica por lo general en manos
de charlatanería…
En los cien años
que nos afectan, hay fenómenos que marcan a las generaciones que los viven: Las
dos guerras mundiales, la guerra fría con su culmen en Vietnam más la
insurgencia contracultural de los años 60 y 70, la caída del sovietismo a fines
de los 80, la conciencia del medio ambiente en los 90, el fundamentalismo
anticapitalista con el ataque a las torres gemelas y el surgimiento del Foro
Social Mundial al inicio del siglo XXI, el mundo de la ‘representación’ con el
auge de la tecnología digital mediante internet y la crisis financiera del
2008, el caos del día de hoy…En Estados Unidos se habla de diversas
generaciones, los apapachados ‘Baby boomers’ de la postguerra en los años
40-60; la generación X (abstencionista e indefinida, hasta los años 80) y la Y
(‘millenials’ hiperinformatizados, hasta el 2000)…Hoy la crisis es aún más
profunda (podría decirse que surgen los ‘aterrorizados’ encabezados por Trump)…
Pero en México necesitamos autodefinirnos y encontrar explicaciones a nuestra
actual crisis que vayan más allá y más acá de lo que pensantes y dirigentes
predilectos del régimen tratan de ocultar con palabrería: su impotencia…
Precisamos conjugar
las lecciones del pasado en un presente crítico donde dos extremos
generacionales, Saber y Amor, se conecten y resuelvan…en ello no cabe duda que
habrá que saber combinar generación con género y dar paso tal vez a un mundo
sin Guerra ni falsa Democracia, donde la Femineidad implícita en toda la
Humanidad nos enseñe a Todos a cuidar de la vida y a imaginarla y vivirla de un
modo hasta hace poco impensable…
Necesitamos un
permanente discernimiento sobre qué es el amor…Cito a Lewis Smedes:
“El amor fluye en
dos corrientes. Una corriente fluye desde nuestra debilidad hacia la fuerza del
otro. Y la segunda corriente fluye desde nuestra fuerza hacia la debilidad del
otro. Uno es el amor que pretende, el otro es el amor que da. Dos corrientes y
un solo amor.
Los antiguos
griegos exaltaban principalmente el amor que pretende, el amor que conduce
nuestros inquietos corazones en busca del reposo hacia un objeto que parezca
bueno y bello. Y lo llamaron Eros. Amar a alguien de modo erótico es desearlo,
es necesitarlo y, por consiguiente, procurar obtenerlo, acariciando la esperanza
de que esa persona en particular satisfaga nuestros anhelos. Es el amor que
busca un amante, un amigo o a Dios, siempre por necesidad.
Los primeros
cristianos siguieron la corriente opuesta, la de dar amor, el amor que nos
mueve, en nuestra plenitud, a brindarnos y a brindar nuestros bienes a otro que
los necesita. Y lo llamaron Ágape. Ágape es la fuerza del corazón que nos
permite amar a alguien –encantador o desagradable, amable o repulsivo- no
porque pueda darme lo que necesitamos sino porque él necesita lo que nosotros
podemos darle.”
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