miércoles, 16 de agosto de 2017

Algunos autores que nos invitan a repensar el matrimonio





Marylin Ferguson


“El amor no es una mercancía que se 'gana', se 'pierde', se 'conquista', se 'roba' o se 'niega' como arma de castigo. La relación no disminuye por el hecho de que cada una de las partes  quiera a otras personas. Se pueden fácilmente tener varias relaciones transformadoras al mismo tiempo"... "Una sociedad que fluye necesita crearse nuevos modelos familiares. De las redes y comunidades, de los grupos y amistades experimentales que tienen intenciones comunes, está surgiendo una nueva familia" y cita una definición: un entramado de compromisos compartidos... con independencia de que existan lazos de sangre, legales, de adopción”


“El mundo del futuro que ya está en el presente, se realiza como una insurgencia de las relaciones interpersonales... millones y millones de conexiones, todas ellas casi invisibles para la mirada ordinaria,  y que significa un tránsito de la tiranía de la costumbre hacia el renacimento de cada quien... “Ante ese desafío hay hombres que se tornan más intuitivos y sensibles y mujeres más autónomas y emprendedoras... y pone la luz amarilla de alerta al señalar que en la interrelación hombre-mujer los términos convencionales como esposo, mujer, padre, hijo, hija, nuera, familia política, amante, amigo de la familia, etc. no representan la verdadera personalidad de cada quien y solo coartan la autenticidad del ser a costa de resultar funcionales para el sistema que nos envuelve...”




Bertand Russell


“El amor es una de las cosas más importantes en la vida humana, y me parece malo todo sistema que interfiera innecesariamente en su libre desarrollo.

“En el camino del matrimonio hay dificultades que sienten principalmente los que son más conscientes del valor del amor. El amor sólo puede florecer en tanto es libre y espontaneo; el pensamiento de que es un deber tiende a matarlo.” 

“Cerrarse a causa del matrimonio a otras posibilidades de amor que provenga de fuera, disminuye la receptividad y la simpatía y reduce las oportunidades de tener contactos humanos valiosos.” 

“El matrimonio se ha vuelto difícil y habrá que concebirlo de otro modo, si no se quiere que sea obstáculo para la felicidad.” 

“Se ha permitido que la vieja moral envenenara el amor, llenándolo de tinieblas, miedo, incomprensión mutua, remordimiento y tensión nerviosa, convirtiendo en dos regiones separadas el impulso corporal del sexo y el impulso espiritual del amor ideal, haciendo a uno bestial y al otro estéril. No es así como la vida debería vivirse. La naturaleza animal y la espiritualidad no deberían estar en guerra. Nada hay en una que sea incompatible con la otra y ninguna de las dos puede alcanzar su realización plena sino en unión con la otra. El amor, en su mejor forma, es libre y sin miedos, compuesto de cuerpo y espíritu en igual proporción; sin temer la idealización porque pudiera perjudicar la base física, sin temer la base física porque pudiera estorbar la idealización. El amor debería ser un árbol con profundas raíces en la tierra y ramas extendidas hacia el cielo. Pero el amor no puede crecer y florecer cercado por tabúes y terrores supersticiosos, palabras reprobatorias y silenciosos horrorizados…”



Jaques Attali


“Para luchar contra la soledad y lo precario de las relaciones humanas muchas personas... elegirán compartir con otros de dos en dos, de tres en tres o más, provisoria o duraderamente, un techo, bienes, ventajas sociales, sin desear por ello tener y criar juntos niños, ni llevar el mismo nombre, ni siquiera tener relaciones sexuales. Tales parejas podrán reunir a homosexuales o a personas que desean simplemente unir por un tiempo sus soledades, fuera de la soledad del matrimonio, sin obligación de fidelidad, y aceptar la multiplicidad de compañeros respectivos o una ausencia de vida sexual común. Esta forma de relación puede concernir a parejas que desean preservar sus relaciones más allá de la sexualidad, incluso más allá del matrimonio y vivir como hermanos y hermanas después de un divorcio."

"El Transhumano tendrá derecho de pertenecer a varias tribus a la vez y obedecerá según los lugares donde se encuentre, a diversas reglas de pertenencia, múltiples rituales de paso, diversas formas de urbanidad y múltiples códigos de hospitalidad. Deberá asumir lealmente estas múltiples pertenencias. Así mismo, podrá vivir pasiones simultáneas, sinceridades paralelas. En particular la poliandria y la poligamia le permitirán compartir con otros, provisional o perdurablemente, un techo, unos bienes, unos proyectos, un compañero o una compañera, sin por ello desear tener y crear hijos juntos ni llevar el mismo apellido, ni siquiera tener relaciones sentimentales o sexuales, reencontrando así  diversas prácticas de algunos pueblos nómadas como el de los nuers de África, donde mujeres que se quedaron sin hijos se casan entre ellas y ponen sus bienes en común, y donde otros concilian poligamia y poliandria con el mismo grado de respeto. El transhumano podrá mezclar las culturas, los tipos de fe, las doctrinas, las religiones, tomar voluntariamente elementos de una y otra sin estar obligado a alistarse en tal iglesia o tal partido encargado de pensar por él".


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